Cusárare viene del Rarámuri y significa «las aguilillas».
La cascada de Cusárare es una caída permanente de 30 m, considerada una de las cascadas más bonitas de México. El agua del arroyo antes de convertirse en cascada va corriendo en medio de una cama de lajas de piedra en medio de un paisaje boscoso.
Aquí es donde nace la Barranca del Cobre que alcanza hasta 1,300 metros de profundidad. Es un bello lugar para acampar y practicar rappel en algunas de sus impresionantes formaciones rocosas.
En el municipio de Guachochi, a unos 25 km al sureste de Creel, se encuentra esta caída de agua. La cascada está rodeada de un bosque de pino encino que podrás llegar a pie o en bicicleta a través del sendero.
Durante la caminata hacia la cascada de Cusárare podrás disfrutar de:
- Un mirador impresionante en el que podrás observar la caída de 30 metros de la cascada de las Barrancas del Cobre en la Sierra Tarahumara.
- Bajar los 240 escalones para llegar hasta el nivel del rio.
- Una caminata de 2 kilómetros por una vereda, a lo largo del recorrido encontrarás mujeres Rarámuri con artesanías.
La mejor fecha para visitarla es en verano donde su gran torrente le da el aspecto de una catarata. Hay agua durante todo el año, pero solo un goteo en abril, mayo y junio, ya que es la época más seca del año.
Cerca de esta cascada se encuentra la Iglesia Cusárare, edificada en 1752, que se conserva en excelente estado y junto a ella está el Museo San Ignacio de Loyola, donde se alberga la colección más importante de arte sacro del norte de México.